Al igual que hablábamos del ABS, el ESP es otro sistema de seguridad importante, aunque en este caso, todavía hay que pagar en algunos modelos por incorporar este sistema que es más moderno -500€ de media- aunque la normativa europea para el próximo año dice que todos los vehículos nuevos lo incorporaran de serie.
El control electrónico de estabilidad ESP, se encarga de mantener la trayectoria del coche en todo momento y sobretodo a altas velocidades.
Su uso se hace esencial en curvas cerradas y tramos revirados en los que el conductor no se ha anticipado y no ha adecuado la velocidad a ello. Por lo tanto, este sistema analiza en milésimas de segundo los amortiguadores y apoyos de las ruedas detectando cualquier anomalía y estabilizando el coche.

Al contrario que sucedía con el ABS, el ESP no requiere de un tratamiento especial ni de unos conocimientos previos, por lo que sólo tendremos que preocuparnos del volante y de girar al son de la curva.
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