LOS FAROS ADAPTATIVOS

Si nos hacemos con un vehículo nuevo, es posible que tengamos la opción de instalar estos faros en él, pero ¿Qué son?

Los faros adaptativos no son otra cosa que unas luces de apoyo para mejorar la luminosidad a la hora de girar en una calle o realizar un giro. Es una solución muy básica que no requiere de ningún período de adaptación del conductor y que funciona de forma automática. Hay varios tipos de luces de apoyo y no todas son igual de efectivas, por eso vamos a centrarnos en los 4 tipos más frecuentes que hay en el mercado.


- El primero es el encendido del faro antiniebla situado en el lado al que vayamos a girar. Es el más sencillo de todos y también el menos efectivo, porque el haz de luz resulta demasiado bajo (el antiniebla está casi pegado al suelo) quedando a oscuras la parte del capó, que es la importante. Lo encontraremos en toda la gama de Mercedes-Benz y SEAT entre otros.


- El segundo es el movimiento de la luz de cruce en unos 15º hacia donde giremos el volante. En este caso sí que alumbra a la altura correcta y de manera uniforme, pero tampoco resulta convincente porque el giro que hace se queda bastante corto en curvas cerradas y porque cuesta acostumbrarse al efecto de más giro del real que produce. Esta solución la encontraremos por ejemplo en el Ford focus.

- El tercero y más efectivo, es la introducción de una bombilla supletoria fija en el lateral de los faros delanteros. Cada vez que se gire se encenderán dichas bombillas que están muy bien situadas y que, a diferencia del anterior, si que alumbra bien en curvas cerradas.


- El último no es un faro supletorio como tal, pero resulta interesante nombrarlo porque es un sistema de faros inteligentes que detectan otras luces y adecuan el haz de luz al entorno. Es decir, si circulamos por ciudad o con coches en contra, reducirá automáticamente la intensidad de luz emitida, mientras que si circulamos solos a oscuras, la intensidad será máxima alumbrando más hacia el frente y menos a los laterales. Este faro lo encontraremos en la gama Audi en combinación con las bombillas bi-xenón.

LA RECONVERSIÓN COUPÉ

¿Dónde quedaron aquellos bonitos diseños deportivos de las primeras generaciones del BMW Compact, del Mercedes C sportcoupé, del SEAT León…?

¿Por qué la industria se empeña en hacer los coches compactos como si fueran un monovolumen?

¿Dónde están las esbeltas líneas deportivas que daban un carácter y espíritu deportivo a nuestro coche?

¿A caso ha cambiado el gusto deportivo de la sociedad y yo no me he enterado?

Estas y más preguntas me vienen a la cabeza cada vez que veo como lanzan al mercado las nuevas generaciones de vehículos compactos. Me hierve la sangre al observar como todos los coches que marcaron un antes y un después por su esbelta figura, muestran ahora un diseño espartano, sobrio y de aspecto monovolumen.
Que diría el pobre BMW Compact si levantara la cabeza y viera el aspecto de su sucesor, con un diseño que no se sabía a lo que respondía y que no era bonito lo mirases por donde lo mirases, a no ser que incorporara el paquete M que le daba otro aire.

Como este hay infinitos casos, hasta el más reciente de todos, que ha sido el lanzamiento del nuevo Ford Focus. Es idéntico al C-Max y de coupé no tiene nada. Me parece muy bien que incorpore los más avanzados sistemas de seguridad y eficiencia del mercado, pero en diseño… Es un Fiesta pero más grande. Igual que el nuevo Opel Astra, que es un Corsa con mayores cotas.

No obstante, con el Focus ha sucedido algo surrealista, con un diseño que no se sabe a lo que responde, ¿es un coupé? ¿Es un familiar? ¿Qué demonios es? Mercedes parece haberse dado cuenta de dónde hay que dirigirse ya que ha cambiado por completo la concepción de su utilitario clase A. Donde antes veíamos un coche sin líneas, ahora se ha convertido en un bello deportivo (aunque guarda un parecido a la clase B)

APRENDE A INTERPRETAR TUS NEUMÁTICOS

Que bonitas son y que aspecto más reluciente tienen al salir del concesionario, pero con el paso del tiempo, el neumático pierde color y se termina desgastando. Duran unos 4 años de media pero pueden durar menos si nos topamos con la presencia fortuita de un clavo en la calzada que lo deshinchará o si llevamos a cabo una conducción demasiado exigente.

Antes de ver como se han de cambiar los neumáticos, vamos a ver como se leen y como interpretar lo que hay escrito en él.

Lo primero que hay que hacer es ir al flanco de una de nuestras ruedas y ver la combinación numérica que hay escrita, del tipo 205/55R16.90V

El número 205 hace referencia a los milímetros que tiene el neumático en su anchura.

El 55 es el tamaño del perfil, es decir, el ancho de neumático que hay desde la llanta al suelo. Este 55 indica que es el 55% de los 205 vistos anteriormente. Los neumáticos de tipo “perfil bajo” apenas tienen dos dedos de goma.

El 16, es el tamaño que tiene nuestra llanta en pulgadas, cuanto más alto sea el número, más grande será la llanta.

El 90 hace referencia al peso máximo que es capaz de soportar cada rueda sin que esta reviente. No es necesario prestar atención a esta cifra, sino a la que está especificada en la ficha técnica del coche. No sobrepasar los pesos homologados de nuestro coche es suficiente.

Por último la letra. Esta hace referencia a la velocidad máxima a la que es capaz de girar un neumático sin que se deforme, reviente o se desgaste en su totalidad.
 o La N tiene un límite de 140km/h 
 o La T un límite de 190km/h 
 o La V aguanta hasta 240km/h 
 o La Y hasta los 290 km/h 
 o Y la Z más de 300km/h (neumático de competición) 

Siempre que queramos podemos incrementar el tamaño de nuestro neumático, pero siempre debemos consultar el tamaño máximo que podremos instalar en la ficha técnica del coche. De lo contrario, si nos sobrepasamos no tendremos homologación y en la próxima ITV nuestro coche será desfavorable.

Por último, saber que cuanto más ancho sea un neumático mayor agarre ofrecerá, pero que en caso de lluvia, su agarre será menor que uno más fino.

LA CONDUCCIÓN EFICIENTE


Últimamente existe la tendencia a utilizar una actitud de conducción llamada “eficiente”. Su fin es llegar al destino no lo más rápido posible sino gastando lo mínimo posible. Para ello se exige una gran capacidad de anticipación y, ante todo, una tranquilidad absoluta.

Hace unos años tuve la oportunidad de participar en uno de los cursos de conducción eficiente que lleva a cabo el IDAE y la Comunidad de Madrid a través del contrato que tienen con diversas autoescuelas. La mecánica del experimento fue bien sencilla, recorriendo un circuito urbano de unos 10 kilómetros, en el que primero emplearemos una conducción habitual y posteriormente una conducción “eficiente”.

Tras la vuelta normal se anota el tiempo empleado y el gasto de combustible en esos 10 kilómetros, que se compararán con el que hagamos eficientemente (en mi caso bajé de 6,5 litros a los 100 a 5,1). Entre una vuelta y otra se imparte una clase teórica en la autoescuela, en la que se nos entregará una carpeta con contenido teórico (plagado de gráficas y estadísticas incomprensibles) y se nos explicarán los conceptos clave a través del propio profesor, que nos dará consejos de cómo hacer que gastemos menos.

Mientras iba conduciendo en mi vuelta eficiente no paraba de pensar en el motor del coche empleado, que iba carraspeando casi todo el trayecto por ir al borde de la “calada”. Según el profesor el motor no sufre y podemos ir así perfectamente, pero la sensación que me dio fue que ese coche no llegaría a ese ritmo ni a 200 kilómetros. Además de eso, yo como conductor no disfrutaba en ningún momento de la conducción porque siempre iba bajo de vueltas, pasando de 3ª a 5ª saltando la 4ª y lo más sorprendente de todo, subiendo una cuesta en 3ª sin acelerar con la propia fuerza del ralentí.

Llegamos al destino y descubrí que gasté cerca de 1 litro menos, pero también me di cuenta de que la verdadera esencia de la conducción y el placer de conducir se habían perdido.
Además pregunté si compensaba ahorrar unos litros a los 100 desgastando nuestro motor tanto y nadie me supo contestar, porque es igual de malo circular pasado de revoluciones como ir muy bajo de las mismas, ya que todas las piezas del motor se desgastan prematuramente.

Por lo tanto, está bien saber en que consiste esta conducción, pero en la práctica no recomendaría llevarla a rajatabla.