La limpieza a fondo

Dado que la venta de automóviles de segunda mano está en alza, hoy creo conveniente tratar un tema que nos dará unos euros extra a la hora de vender nuestro coche o simplemente para recuperar ese aspecto que tuvo al salir del concesionario, se trata del lavado a fondo realizado por especialistas.

Y es que aunque no movamos nuestro coche, es inevitable que una fina capa de polvo se adhiera a la pintura, dejando al coche sin brillo. Si encima llueve, se crea una especie de barrillo y si conducimos por autopista hay que añadir una capa grasienta que hará que aunque lo lavemos, tengamos que frotar incesantemente.

Si queremos que el acabado sea perfecto, tendremos que secar a mano con un paño suave todo el automóvil porque de lo contrario se verán las gotas secas del agua. A su vez, si utilizamos un trapo normal y corriente dejaremos toda la superficie con restregones.

Pero si somos buenos dueños de nuestro coche, con lavarlo asiduamente no tiene por qué ser necesario acudir a nadie para que nos lo lave, pero si por diferentes motivos no tenemos tiempo, tal vez ir más allá del túnel de lavado sea una solución.

Si disponemos de 150€ -de media- todo lo anterior se va a acabar.
Ya sé que estáis pensando en que es una locura y carísimo pero a la hora de vender el coche, su nuevo aspecto lo revalorizará en hasta 1.000 euros, por lo que compensa, porque no tendremos que repintar el coche.
Hay empresas especializadas en el lavado perfecto de automóviles, que llegan a utilizar hasta 20 productos diferentes para las distintas superficies tales como: embellecimientos, cromados, cueros, plásticos, cristales, gomas…
El proceso de lavado dura casi 24 horas (si este incluye pulido de superficie) y para agilizar el proceso de recogida del coche, estas empresas ponen a nuestra disposición un servicio de recogida y entrega en domicilio gratuitas.

El proceso se divide en varias partes. Primero se produce el lavado interior (techo, asientos, puertas, desmontaje de los asientos para llegar a zonas no visibles…) En esta etapa también se procede a la desinfección del circuito de climatización del habitáculo de una particular forma. No se emplean productos químicos, sino que se introduce en las salidas del aire acondicionado ozono, cuya capacidad de desinfección es 6.000 veces superior a la de la lejía.


Una vez pasamos a la parte exterior, se hace una evaluación del estado de la pintura de la chapa, porque podría ser necesario el pulido para recuperar el brillo con el que salió de fábrica. Además esta técnica resulta mucho más económica que el repintado.
Después se utiliza la espuma activa para la limpieza en profundidad y se aplica mediante paños especiales que no dañan la pintura. Después se encera el coche entero y por último, se seca todo a mano.

La limpieza de las ruedas también tiene su aquel, con lavado, pulido y capa de brillo al neumático incluidos.

A estas empresas especializadas prácticamente no se les resiste ni un arañazo ni quemadura de cigarrillo y son capaces de dejar el coche nuevo por bastante menos que una reparación generalizada.


Recordad: toda venta entra por los ojos, por lo que el buen aspecto del coche es primordial.

Volvo City Safety

Bajo esta denominación encontraremos la que posiblemente sea, la solución definitiva para evitar los atropellos en las grandes ciudades.
Varios años de investigación ha necesitado Volvo para desarrollarlo, pero afortunadamente ya está aquí. Comenzó sus andaduras en los modelos XC60 y S60 como equipamiento de serie y hoy en día muchas otras marcas han calcado su funcionamiento para incorporarlo como equipamiento de seguridad opcional.

El sistema no es otra cosa que una mejora en el control de velocidad de crucero (posibilidad de marcar una determinada velocidad al coche y que este la mantenga solo sin necesidad de estar acelerando).
Suple el defecto que tiene el Cruise control, que no es capaz de frenar el coche por sí solo porque desconoce lo que ocurre delante de nosotros presuponiendo que está despejado.

Para poder calcular la distancia del coche precedente y saber si hay algún obstáculo, el City safety incorpora un pequeño sónar en el paragolpes delantero – parecido a la visión nocturna- que mediante ultrasonidos detecta cualquier anomalía en la carretera.
El alma de este sistema es sin duda el software, que debe ser lo más rápido y potente posible para no perder ni una décima de segundo a la hora de intervenir.

El proceso es el siguiente: El sensor detecta una anomalía, transfiere los datos al ordenador central y este evalúa la situación interviniendo directamente en el circuito de frenado, frenando el coche de manera automática y con una brusquedad marcada por el peligro que exista, llegando a detenernos por completo.


El único pero que se le puede poner a este sistema es que no funciona por debajo de los 20 kilómetros a la hora, pero por lo demás resulta interesante ya que también podemos “fichar” al vehículo de delante y hacer que nuestro coche de manera automática mantenga su misma velocidad.

La eterna pregunta: ¿Gasolina o diésel?

Es la gran pregunta que todos nos hacemos a la hora de comprarnos un coche.
Pero es cierto que para saber certeramente cuál nos conviene más, tendremos que tirar de calculadora. Porque el mismo motor en las dos versiones tiene una diferencia en torno a los 1000€, superior en el diésel. A ello hay que sumarle la diferencia de precio del litro de cada uno de ellos, ya que actualmente cuestan casi lo mismo e incluso hace un tiempo, la gasolina fue más barata.

La respuesta es clara. Si queremos utilizar el coche para la cuidad y no tenemos pensado hacer más de 10.000 kilómetros al año, deberíamos decantarnos por el motor de gasolina. Pero hay que estar muy atentos a las ofertas que las marcas hacen de determinados modelos, ya que suelen ser coches con motor diésel que tienen una gran rebaja.
Aquí si que ni nos lo pensamos, porque es mucho más barato que el gasolina (un ejemplo de ello es el Citroen C4 Tonic HDI 90 cv por 12.500€).

Llegados a este punto, cualquiera puede pensar que un motor de gasóleo es mejor porque suelen consumir un 40% menos que la versión de gasolina. No caigamos en la trampa, ya que repito que ese supuesto sólo es válido si vamos a realizar más de 10.000 kilómetros al año.

Una vez resuelto el aspecto del consumo, vamos a describir brevemente las características de cada uno.

El motor diésel es muchísimo más eficiente que el gasolina, porque aprovecha más del 60% de combustible para mover el coche, mientras que el gasolina sólo el 15%. Es decir, por cada litro de carburante, el 40% y 85% de la energía se pierde (elementos electrónicos del coche, aerodinámica, fricción con el pavimento…).

Hay una diferencia bastante grande en la dureza, el motor gasoil es mucho más “tosco y  rudo” mientras que es gasolina es más sensible. Para conducir un gasolina debemos tener más suavidad con el acelerador porque se nota todo, por el contrario al diésel deberemos acelerarle mucho más para obtener potencia (un motor de gasóleo pesa bastante más).

Existe una leyenda urbana acerca de la vida útil de los motores, que data en los 125.000 kilómetros para un gasolina y los 150.000 para un diésel. Pues bien, tiene de cierto que es el mínimo al que llegarían esos coches si son conducidos por salvajes (dejando aparte los modelos defectuosos) porque hay que decir que si cuidamos nuestro coche, llevamos al día su mantenimiento y no castigamos duramente la mecánica, este puede llegar a durar más de 600.000 kilómetros. Por eso, esa leyenda urbana sólo deberemos tenerla en cuenta a la hora de pretender hacernos con un coche de segunda mano.


Respecto a las averías, la sensibilidad del motor de gasolina, le hace pasar más veces por el taller. Pero son bastante más económicas que las del diésel, que pese a que este tenga menos, son más caras.

Aprovecho este tema para comentar la diferencia entre los combustibles "estándard" y los "caros"(aquella gasolina o diésel que una determinada gasolinera ofrece más cara y que es de más calidad y eficiencia)

Sinceramente, no merece la pena gastarse esos céntimos de más en nuestro repostaje ya que apenas notaremos una reducción en el consumo y tampoco cuidará de nuestro motor como para no tener averías.
Lo que sí resulta mucho más efectivo es:

  •  No repostar si vemos que el camión cisterna de abastecimiento está rellenando los surtidores, porque con el llenado removerá las impurezas que quedan en el inferior del tanque y si repostamos podemos llevarnos alguna a nuestro depósito.

  • Otra medida anti-impurezas es el simple hecho de intentar no llegar a la reserva. Repostar antes o al poco de que se nos encienda el testigo del surtidor para evitar que pueda llegar al motor cualquier impureza o suciedad del depósito.